Vacaciones en la playa en Guerrero

Cumplidor, pero nada extraordinario. La vista es maravillosa.

El hotel no estaba preparado para recibirnos en el check-in; el proceso fue muy lento. No permiten pedir taxi por fuera, pero tampoco estaban organizados para trasladar a tiempo a las personas que íbamos al evento de pádel. Tampoco permiten pedir comida de fuera y, aun así, cuando solicitábamos alimentos por la noche al regresar del torneo, tardaban mínimo dos horas en entregarlos. Además, no informan que cada consumo dentro del hotel tiene un cargo extra de $250 de tarifa. La comida, cuando por fin llegaba al cuarto, venía fría y el tiempo de espera era excesivo. También cobran las tarjetas de habitación en caso de extravío, algo que ya no es común en la mayoría de los hoteles, donde el check-out suele ser rápido y sin necesidad de devolver tarjetas, mucho menos de pagarlas. Por otra parte, organizaron una fiesta en la playa para los jugadores del torneo, lo cual no tendría nada de malo, pero la música estuvo excesivamente alta hasta las 5 a.m. A pesar de que la playa está lejos de las habitaciones, el volumen era tan fuerte que no pudimos dormir. Al menos pudieron haber bajado un poco el sonido para no afectar el descanso de los huéspedes.

El hotel nos encantó, las instalaciones y limpieza de las habitaciones eran muy buenas. La atención del personal también.

Servicio y atención muy buenos.

El mejor hotel de Acapulco

El mejor hotel de Acapulco

El area de Club de Playa muy buena No me gusto tanto que no es tan grande áreas de alberca se saturan mucho.

El hotel está increíble. El trato del personal excelente. En recepción Santiago hizo hasta lo imposible para que nuestra estancia fuera perfecta. Desde que contacté el hotel para pedir informes siempre estuvo con muy buena disposición de orientar. La playa es de las más bonita y está todo muy cerca y cómodo el hotel. Todo el personal maravilloso y amable

Servicio y atención muy buenos.

El hotel no estaba preparado para recibirnos en el check-in; el proceso fue muy lento. No permiten pedir taxi por fuera, pero tampoco estaban organizados para trasladar a tiempo a las personas que íbamos al evento de pádel. Tampoco permiten pedir comida de fuera y, aun así, cuando solicitábamos alimentos por la noche al regresar del torneo, tardaban mínimo dos horas en entregarlos. Además, no informan que cada consumo dentro del hotel tiene un cargo extra de $250 de tarifa. La comida, cuando por fin llegaba al cuarto, venía fría y el tiempo de espera era excesivo. También cobran las tarjetas de habitación en caso de extravío, algo que ya no es común en la mayoría de los hoteles, donde el check-out suele ser rápido y sin necesidad de devolver tarjetas, mucho menos de pagarlas. Por otra parte, organizaron una fiesta en la playa para los jugadores del torneo, lo cual no tendría nada de malo, pero la música estuvo excesivamente alta hasta las 5 a.m. A pesar de que la playa está lejos de las habitaciones, el volumen era tan fuerte que no pudimos dormir. Al menos pudieron haber bajado un poco el sonido para no afectar el descanso de los huéspedes.

El hotel nos encantó, las instalaciones y limpieza de las habitaciones eran muy buenas. La atención del personal también.

El personal, la ubicación, la limpieza de la habitación y los beneficios de la playa privada, todo excelente

El hotel no estaba preparado para recibirnos en el check-in; el proceso fue muy lento. No permiten pedir taxi por fuera, pero tampoco estaban organizados para trasladar a tiempo a las personas que íbamos al evento de pádel. Tampoco permiten pedir comida de fuera y, aun así, cuando solicitábamos alimentos por la noche al regresar del torneo, tardaban mínimo dos horas en entregarlos. Además, no informan que cada consumo dentro del hotel tiene un cargo extra de $250 de tarifa. La comida, cuando por fin llegaba al cuarto, venía fría y el tiempo de espera era excesivo. También cobran las tarjetas de habitación en caso de extravío, algo que ya no es común en la mayoría de los hoteles, donde el check-out suele ser rápido y sin necesidad de devolver tarjetas, mucho menos de pagarlas. Por otra parte, organizaron una fiesta en la playa para los jugadores del torneo, lo cual no tendría nada de malo, pero la música estuvo excesivamente alta hasta las 5 a.m. A pesar de que la playa está lejos de las habitaciones, el volumen era tan fuerte que no pudimos dormir. Al menos pudieron haber bajado un poco el sonido para no afectar el descanso de los huéspedes.

Me pareció un lugar increíble, muy cómodo limpio la gente que trabaja ahí super amable , menos una recepcionista que fue la que nos recibió, el pago del estacionamiento está excedido de precio, considero que por el precio que se paga del hotel debería estar incluido, pero de ahí en fuera excelentísimo lugar volvería sin dudarlo ya que es garantía de una estadía cómoda y agradable.