La ubicación es excelente, ya que queda a unos pasos a av. Chapultepec, pero el hotel deja mucho que desear, al llegar lo primero que vi fue la alberca que tenía el agua verdosa, aunque hace frío y es poco probable que alguien quiera bañarse, da mal aspecto, el pasillo estaba notoriamente sin aspirar y el cuarto si estaba limpio, peeeero me quede en el piso 15 con un niño de 2 años muy curioso, que al querer asomarse por la ventana, al solo recorrerla con la mano logró abrirla, afortunadamente yo estaba junto a él para cerrarla, ya que está no tiene ninguna protección y el seguro no sirve, la actitud de la recepcionista fue mala al pedirle una plancha, ya que tienen pocas disponibles y tienes que esperar a que se desocupe una, lo cual es absurdo ya que la mayoría es por la mañana cuando la necesitas, el teléfono de mi habitación no funcionaba y aunque lo reporte al bajar y me dijeron que enviarían a alguien a checarlo, nunca fueron. NO REGRESARÍA