En las condiciones de baja ocupación por Covid, me ubicaron en un piso donde no dejaron ninguna habitación de por medio, y el ruido de las habitaciones contiguas era muy alto y se sentía muy cercano. Las toallas de esa habitación estaban totalmente percudidas. Pedí cambio de habitación (y muy amablemente me lo concedieron e incluso me dieron el desayuno buffet en cortesía), pero la limpieza de esta habitación no era la mejor. Muchos cabellos y pasadores en la alfombra, recuerdos del huésped anterior, acusaban el no haberla aspirado, así como una ligera pero visible capa de polvo sobre algunas superficies (buroes y baño). El el restaurante, con un gran número de comensales en el desayuno, dos meseros y una muy amable hostess apenas se daban abasto para atendernos pobremente a todos (eso si, con mucha amabilidad y buen trato). Es urgente que recuperen a su personal. Unificar mensajes en todo el personal para que transmitan lo mismo a los clientes, por ejemplo, que hay que checar la salida en la caseta del valet parking, aun cuando ya se pago el boleto en la recepción.