En general, es un buen hotel.
La atención siempre fue maravillosa.
Por parte de la recepción, Gabriela fue increíble.
Del restaurante, la comida es poco variada y no siempre se ve el costo beneficio.
El servicio por parte de Jazmín fue muy atento y amable. Excelente.
En el área de albercas, tardan en pasar los meseros y si se desocupan camastros a veces uno mismos tiene que limpiarlos justo porque no hay mucho staff de limpieza.
Por el servicio de meseros de esa área, Miguel siempre fue muy atento y cordial
Maravilloso.
La playa, aunque es de propiedad pública, no está limpia y muchos de los huéspedes del mismo hotel dejan su basura. Ojalá pronto pongan a alguien de vigilancia ahí para evitar esto.
Las habitaciones, aunque la estructura es nueva, tienen deficiencias como las sábanas que tienen manchas de tintorería.
Al baño le hace falta extractor.
Elegimos una con vista a la ciudad y el ruido es altísimo, sobre todo proque estánuy cercano a bares.