La ubicación es inmejorable: A una cuadra de Copacabana, a una cuadra de la calle principal, muchos bares y restaurantes a la vuelta (incluyendo McDonalds, BurgerKing y StarBucks) y muchos comercios.
El hotel es pequeño, la habitación cómoda. Lo que tiene que mejorar es a limpieza: estuvimos 7 noches, apenas barrían y tendían las camas. Una vez no pusieron sábanas en una de las camas; al baño no lo lavaban. Con la llave de la habitación te dan una tarjeta que habilita la electricidad (es decir, si te vas de la habitación, tenés que sacar la tarjeta, por ende se te desconecta el frigobar). No nos dejaban bajo nigún punto dejar la tarjeta colocada - solo queríamos que nos funciones el frigobar y nos mantenga la bebida y la comida fría!. Luego de protestar cuál era el sentido del frigobar si se desconectaba cada vez que dejábamos la habitación, nos dieron otra tarjeta para dejarla constantemente colocada. Pero tuvimos que ponernos firmes.
También pedimos una plancha, y nos dijeron que cuando la necesitemos se las pidamos. Cuando la necesitamos, otro recepcionista nos dice que NO tenían. Al recordarle lo que nos habían dicho anteriormente, nos dice que en realidad sí, pero no sabe en qué habitación está y no la puede salir a buscar. Nunca pudimos utilizar la plancha.
Los recepcionistas en general no saben mucho y hasta entienden muy poco español. Si les preguntabas algún dato para ir a algún lado, no sabían asesorarte bien.
Desayuno bien, completo. Internet, solo en el hall.